Una explosión en color y forma nos remonta a las luces y a los brillos del origen del universo en una constante de la radiación de la energia que nos transporta a la intimidad de la intuición y visión del mundo, en una mixtura que recoge a la materia dotandola de espiritu.
Los reductos de la Filosofia del Ritmo operan en las múltiples visiones de los opuestos y contrarios matizados por una enriquecedora cascada de cromatismos. La fusión de los contrastes es una unidad dentro de la diversidad del mundo de Carmicelli en donde coexisten y se complementan. Podriamos enunciar que dentro de su obra subyace el sentido de la dualidad universal, en una policromia de motivos y temas que se entrelazan armónicamente. Una de las comstantes es lavariación. Otra de las contemplaciones se desprende de una cercana analogia sonora al estilo de Platón de la Armonia de las Esterass remontandonos al arcaismo de millones de años, la inmanencia permanencia, el continuo/discontinu como nos lo refiere al critico Giovanni Amodio y a sus actuales iridiscenzas de la vibración cosmica, nos lleve Carmicelli, con una emoción de enorme fuerza y presencia evocadora. Los temas de algunas de sus piezas como «Al principio era el Big Bang», «En el Cosmos del Color», «Arte y Matematicas, etc., se acuñion simbolos, significados y significantes. Vale decir «El Horizonte del Mundos como r figuración. La creación actual y en especial, las herencias del Siglo XX, siendo infinitas y altamente contrastante suman y funden en la obra de Oscar Carnicelli, generando los paisajes de la energia y de la emoción pravocado del micro y del macrouniverso de la creación humana, integrando en ello a la ciencia y a la filosofia. Reconoce reconocernos a través de la obra de arte es una de las experiencias que enaltecen al hombre y al individuo dstro fiempo, en estos aciagos momentos de alta convulsion y sacudimientos que al igual que en atras épocas muet wan un picipio de organicidad formidable.

Si los paisajes, la figura humana y la naturaleza, han sido el motivo de la variación de las concepciones gra sentaciones humanas a través de los tiempos, desde siempre, Carnicelli nos transporta a la cosmovisión que integra el ongen, nuestro origen, en una conjunción de particulas dentro del todo, provista de una respuesta alisima dinamica y fuerza evocadora del espiritu que hace cantar a la materia Magnifica oportunidad para acercarse a uno de los universas de la creación actual, en Italia y en Sicilio, qua nos ohace este estupendo artista que viene a enriquecer las estupendas muestras que viene realizando el Museo de Arte nuno conjunción del ayer con el hoy de la expresión artistica Largamente acariciada, la presente exposición, es una mas de las interacciones que buscamos fortalecer para con verra Querétaro en una de las plazas de atracción artistica en donde el turismo cultural aporte nuevas posibilidades cursos para nuestra desarrollo y presencia en el concierto universal del Arte.

Hoy toca o Querétaro la oportunidad de acercarse a este creador cosmico que explora desde el punto de viato dirla estético los macro y los microuniversos penetrondo en las esencias primordiales del Arte, respondiendo al sentido de pulso e impulse

Francisco Nuñez Monter

Oscar Carnicelli está en Querétaro, la vieja ciudad mexicana del altipiano, que se fundó a principios del siglo XVI y que liegò a ser la tercera ciudad del Virreinato de la Nueva España en el barroco siglo XVII, cuando los agustinos de la Provincia de Michoacán establecieron esta prodigiosa Casa de Estudios Mayores de Arte y Filosofia que ahora alberga al Museo de Arte de Querétaro.

Cornicelli, pintor siciliano, troe consigo una constelación de astros, una galaxia en pinturas, la fuerza inconimensurable de su paleta convertida en una serie de telas que muestran al planeta en que vivimos en toda su expre- sión. Un mundo verde, adolorido. Esferas de colores, que trasmiten sentimientos explosivos capaces de estreme cer al espectador, aun aquellos que sienten haberlo vivido todo, los que se creen inmutables. Ninguno concluye su visita sin una reflexión forjado desde lo hondo. Nuestro autor conjuga el uso magistral del color y un conocimiento pleno del oficio con una serie de trazos inteligentes y bien logrados, que se expresan mejor en lienzos generosos, para decirlo en gran formato, para señalarlo en voz alta: el artista se duele del terrorismo y la barbarie, la pérdida del equilibrio ecologica, la escisión contemporanea de la Tierra en la lucha maniqueista Oriente/Occidente. Sus alegorias son hay en dia universales, pues no hay ser humano que no haya lamentado la vivencia, lan cercana e intima gracias a las comunicaciones,

de los actos de ataque a victimas inocentes, que se cuentan por miles: la destrucción de las Torres Gemelas, de los budas gigantes de Afganistán, de los derrames de petróleo crudo, del dolor de cada dia

Hay en las piezas de Carnicelli un corazón que late con la misma pulsión de los grandes frescos del muralismo mexicano. El creador italiano acepta y analiza la semejanza y coincidencia de algunos elementos de su obra con la de José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. Más alla de los tres grandes creadores de las primeras décadas del siglo XX, Carnicelli analiza a Rufino Tamayo y a los audaces arquitectos que han hecho del sentir del Mexico un estilo reconocido a nivel internacional. La arquitectura, que es el plano paralelo en que se desenvuelve Carnicelli en su vida profesional, tiene gran influencia en su propio trabajo plastico El lenguaje visual con que se expresa este autor ha sido cuidadosamente decantada a través de las décadas. Su estética se convierte en una manifestación telurica. No es casual su atracción por los volcanes en erupción antes bien, se trata de la mejor metáfora posible para mostrar el movimiento de lava ardiente que alcanza, en el corazón de Carnicelli, niveles de fusion de los materiales humanos, del sentimiento y la razón, de la esperanza y la inteligencia, para invadir corno fuego las venas de su cuerpo, y llegar a las manos para trasmitir al pincel todo ese estremecimiento semejante al temblor que cimbra la superficie en que transitan sus semejantes. Es decir, usted y yo, cuando tenemos el privilegio de admirar las obras de Oscar Carnicelli.

Araceli Ardón Directora del Museo de Arte de Querétaro

MAXEXCELL

[Locus memoriae)

AL PRINCIPIO ERA EL BIG BANG

Sobre las pantallas de objetos estelares. extremadamente lejanos, se ha observado el desplazamiento de la linea espectral hacia el rojo y el flujo luminoso que proce de de distancias cosmicas, en el cómputo de los años luz por miliardos de años, enfo- ca el concepto de color four court, por el cual la teoria del “big bang”, si bien contie ne en el “estallido el principio explosivo del universo, no puede más que compen diar el principio de la esencia cromatica, por intensidad, variación, fusión caleidos cópica, expansión dentro y mas allá de los terminos espacio-temporales

En todas las direcciones sucesivas del cos mas, cada punto extremo, desde el momen to de la deflagración, es acompañado por una componente igualmente cósmica del color, liberado por el calor y el esplendor de la “creación” La hipotética matriz en la unidad semantica del enunciado configura relaciones, enredos y complicidades, por los cuales un artista como OSCAR CARNICELLI, “cósmico” por elección más allá de la atendibilidad cientifica, pero audaz partidario de una extension metricoperspectivista de los instrumentos primordiales del arte, descubriendo la pulsión creativa del “principio”, postula la regresividad y se apropia por medio de la teoria patafisica conj roda por Jarry, la solución de la ciencia imaginaria, de la fantasia que corrobora la realidad, porque la supera la violento, lo precede y la anula.

El color como alteridad de lo vacio, como solución de lo neutro, como voz musical del silencio, se vuelve ei domnio utópico de la sensación visual equilibrio constante entre la inconstancia y la convencionalidad del tiempo y la sublimación del alma, como reabsorción humana y parcial del acto creativo y del recuerdo inconsciente del nocimiento del universo.
No es casual que el especialista en estética Luigi Pareyson encontrara una perfecta consonancia entre la atualidad del artista y su formación, identificando humanidad y estilo, hallando un especular valor entre la perso- na y su obra.

El placer del color estudiado y sustraido de la esencia primordial, densidad, intensidad y brillo, para acompañar. lo en su evolución de miliardos de años y de búsqueda, en el ritmo de su energia expresiva, en la compleja y ela borada escansión y reinvención llevadas a cabo por Carnicelli, a través de un largo, exhaustivo y monumental tra bajo, constante y coherente, en su flujo de cincuentenaria fidelidad a su “fuente”, libera energia fisica y psíquica en el ámbito de un proyecto estético definido pero infinito.
Oscar Carnicelli en su oulipistica contribución a la variabilidad extrema de las casualidades y las posibilidades infinitas de las variantes cromáticas, recordando “El taller de literatura potencial” (OU.UI.PO), fundado en 1960 por F. Le Lionnais y en el que participó activamente Queneau, carente de mecanismos técnicos y electrónicos,explora las posibles combinaciones que aparecen en el orden de los cien mil miliardos. La analogia cósmica tanto de la temático, como de la conceptualidad programática de su trabajo de artista, procede por elaboraciones visuales, que partiendo de las imágenes arquetipicas que el cosmos confía a la forma esférica, a la circularidad, al alcance orbital, a la sugestión espacial, permiten crear otras nuevas

Aquí la actitud cultural oulípística que repudia su emblema (el ordenador personal), realiza programas, seccionan do y reconstruyendo visiones astronómicas en sus componentes elementales, para reinventar y extender “atras” formas, enunciar disciplinas artísticas innovadoras, distanciar y juntar al mismo tiempo, presente, pasado y futuro. historia, geografia, medievo y evo nuevo, en los lábiles confines que la memoria y el futura ya no pueden orde nor cronológicamente, sino encabalgar y colocar, a veces en simbiosis, a veces en antinomia. Las categorías vari- an en el enriquecimiento de un descubrimiento más avanzado que el artista asume como acto de prelación sobre la misma ciencia La realización de formaciones y deformaciones “anamórficas sobre las mismas obras del pasado, la continua búsqueda que la circularidad de los formas, módulo privilegiado y “obsesivo”, repropone al infinito, en la reite ración y encaje de imágenes y cromias cada vez más comprometidos en el repertorio, conducen a Carnicelli a los planos estructurales de una abra-mundo pictórica, según la definición de Umberto Eco a proposito de las gran des obras literarias.

No es raro que las compaginaciones pictóricos innovadoras, ricas en puntos de fuga y siempre indemnes a la con vencionalidad de los encuadres estereotipados, encuentren en Carnicelli una particular y original aplicación artistica de la figura retórica del “quiasmo. Dos miembros conceptualmente paralelos se acercan de modo que los términos del segundo estén dispuestos en el orden inverso a los del primero. Tómese como ejemplo un pensamiento de K. Marx: “Desde luego el Arma de la critica no puede sustituir a la critica de las armas” Camicelli depone la circularidad de sus astros planetas mundos, que regreson paralelos o invertidos en la sección neutra de fondo, al punto de reaparecer ópticamente de otra guiso, en otro modo-mundo La visión se duplica y acentua de manera polivalente las infinitas variaciones cromáticas internas que se desarro llan en otras mil soluciones, se reclaman, se invierten, se suceden, se enuncian 
Dos palabras (dos Imágenes), que normalmente están unidas, se separan y “el hiperbaton” visual se concreta con la escisión que exalta su alcance simbólico, esconde sus multiples significaciones.

El fanólogo y psicoanalista húngaro Ivan Fonagy habla de “Repetición creativa”, para aquellos artistas que en su taller se proveen de tensión y distensión, asumiendo la pertinencia de figuras centrales, en la escritura literaria, y en la pictórica para Camicelli, que reúnen inmanencia y trascendencia, con aplicación del sistema deductivo e inductivo. El concepto de variaciones sobre un tema, yo no aplicado exclusivamente a la música, se utiliza con resultados estrepitosos.

La repetición asume entonces el valor de petición multiple y, en el caso de Carnicelli, de infinito predominio de una poética que recurre a unos propuestas cada vez más fértiles y perturbadoras

Giovanni Amodio